Internet, además de ser una nueva tecnología de la comunicación también es una herramienta de evidente interés en el orden económico, social y, por supuesto, educativo. No en vano, su origen civil estuvo muy ligado al mundo académico, a través de la redes telemática ARPANET. Creada en 1969 con fines militares (conectaba al Instituto de Investigación de Standford con las computadoras de tres universidades estadounidenses, y su función era evitar un colapso informático para compartir información y desarrollar aplicaciones de forma conjunta.
Aquella primitiva red tenia muy poco que ver con la Internet actual: de hecho, ni siquiera tenía ese nombre, pero contaba con unos recursos que, si bien apenas estaban empezando, más adelante fueron de gran utilidad para todos los ámbitos, incluyendo el educativo. Es por esto que Internet puede ser una alternativa cómoda, eficaz, y sobre todo, económica para aprender diversas cosas, entre ellos los idiomas.
si nos centramos en la enseñanza de idiomas, el e-learning, como se conoce a los cursos vía Internet, permite a los alumnos acceder desde su computadora a una enorme biblioteca multimedia: cursos interactivos, diccionarios multilingües, traductores automáticos, programas de reconocimiento de voz para mejorar la pronunciación, etc.
Ahora bien, una de las principales herramientas para poder navegar con mayor facilidad en Internet es el idioma, ya sea inglés, francés, alemán o cualquier otro, todo depende de la información que estemos buscando, o bien el dominio de algún idioma hoy en día es requisito indispensable para poder desenvolverse en el ámbito laboral, además de ser de suma importancia para la comunidad académica.
El problema para el usuario, esta en localizar todos esos recursos sin sucumbir a la previsible avalancha de información.
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